SALMO
Nadie nos amasará otra vez de
tierra y de limo,
nadie soplará palabra a
nuestro polvo.
Nadie.
Alabado seas tú, Nadie.
Por amor a ti queremos
florecer.
En contra
de ti.
Una nada
éramos, somos, seguiremos
siendo, en flor:
la rosa de nada, de
nadie.
Con
el buríl diáfano de alma,
el estambre desolado de
cielo,
la roja corona
de la palabra de púrpura que
cantamos
sobre, oh sobre
la
espina.
PAUL
CELAN
2 comentarios:
ay ay ay celan!!! belleza infinita atrapada, enletrada.
Saludos agradecidos y sonrientes.
Certissimo Emi, belleza infinita.
Saludos, y gracias a Ud.
Publicar un comentario