viernes, 10 de julio de 2009

Imagen

Dejando toda esperanza en la sala de espera de la verdad, cito una frase magistral de Guy Debord en La sociedad del espectáculo:

"La imagen se ha convertido en la forma final de la cosificación para la transformación en mercancía".

La lógica del fetiche hace que todo devenga imagen -no meramente como velo, sino, más arduamente, como figura positiva-, en la línea por la que la cosificación realiza la alienación. Devenir algo en este contexto es adquirir la posición de separado de sí, ser extraño como condición constitutiva.
El fetiche "media" esa distancia por supresión, llenando todo con tal presencia sustitutiva.
Decir que la propiedad es un robo es afirmar que la forma básica en la que la propiedad circula, la mercancía, elimina toda distancia, hace del ser humano, como decía el bueno de KM en los Grundisse, "pura subjetividad sin objeto".
En el baile circular, de la imagen en la cosa, fetiche y mercancía, allí, en eso, vivimos, o más precisamente, somos...
Ergo, no hay nada inexplicable.

martes, 7 de julio de 2009

Fuge

"La memoria es un espejo de fantasmas. Muestra a veces unos objetos demasiado lejanos para ser vistos, y otras los hace aparecer demasiado próximos.

-... Pero, si no existió Kioyaki, entonces no ha existido Isao. Ni Ying Chan - ¿ y quién sabe?. Tal vez tampoco he existido yo mismo.
- Eso ha de decidirlo cada uno de nosotros, de acuerdo con su corazón. – dice la Abadesa.”


Yukio Mishima, “El Mar de la Fertilidad”


¿Hemos existido?, ¿es posible sostener alguna gota de sí en el juego de la memoria, en sus mansiones, en sus espejos?
A veces, la violencia que nos ofrece el presente es tan abrumadora que el conjunto de las voces que nos nombran, los Isao, los Ni Ying Chan, son testigos sombríos, guardianes que impiden la fuga hacia....
¿Hacia el corazón? Y aquí se agrega otro pregunta: el corazón como interioridad, como refugio, como pureza originaria, como mundo perdido....la gran ambigüedad, una vez que hemos puesto al alma racional en su lugar (¿?) y quedamos suspendidos en lo fluyente.

Prefiero, por prudencia, la antigua concepción de kardía como clave del ánimo, el lugar donde cesa el ruido y podemos percibirnos sin pasiones, modestamente.
Extranjeros por gracia o por fuerza, silentes....seguimos conjurando fantasmas.

Tace, quiesce, fuge

viernes, 3 de julio de 2009

En defensa propia

Marianne Moore, en Críticos y conocedores:

"Sucede que estando/ cerca de un hormiguero, he visto/ una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur,/ al este, al oeste, hasta que giró sobre sí misma, caminar desde el lecho de flores/ hacia el césped,/ y volver al punto/ desde el que había partido. Luego abandonó el tallo/ como algo inútil y esforzando sus mandíbulas/ con un pedazo de cal – diminuto/ pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino./ ¿Qué hay/ en ser capaz/ de decir que uno ha dominado la corriente/ en una actitud de defensa propia;/ en probar que uno ha tenido la experiencia/ de cargar un tallo?"

Versión al español de Douglas Palma.

La experiencia de cargar el tallo, también de abandonarlo como inútil y recomenzar.
¿Será que la defensa propia es aquí la más activa de las actitudes, cuando podemos timonear lo que nos toca, saberlo nada, después que hemos luchado con su peso?.
O gravitas, O pondus!
¿Es que hay que andar, al norte, al sur, al este, al oeste, para que alguna vez, aceptando enteramente el quizás, y en legítima defensa, podamos saber del dejar y del tomar: la experiencia de cargar el tallo, y la otra, siempre cerca-lejos, de soltarlo y esforzarnos por el pedazo de cal diminuto y gravoso?.