martes, 7 de julio de 2009

Fuge

"La memoria es un espejo de fantasmas. Muestra a veces unos objetos demasiado lejanos para ser vistos, y otras los hace aparecer demasiado próximos.

-... Pero, si no existió Kioyaki, entonces no ha existido Isao. Ni Ying Chan - ¿ y quién sabe?. Tal vez tampoco he existido yo mismo.
- Eso ha de decidirlo cada uno de nosotros, de acuerdo con su corazón. – dice la Abadesa.”


Yukio Mishima, “El Mar de la Fertilidad”


¿Hemos existido?, ¿es posible sostener alguna gota de sí en el juego de la memoria, en sus mansiones, en sus espejos?
A veces, la violencia que nos ofrece el presente es tan abrumadora que el conjunto de las voces que nos nombran, los Isao, los Ni Ying Chan, son testigos sombríos, guardianes que impiden la fuga hacia....
¿Hacia el corazón? Y aquí se agrega otro pregunta: el corazón como interioridad, como refugio, como pureza originaria, como mundo perdido....la gran ambigüedad, una vez que hemos puesto al alma racional en su lugar (¿?) y quedamos suspendidos en lo fluyente.

Prefiero, por prudencia, la antigua concepción de kardía como clave del ánimo, el lugar donde cesa el ruido y podemos percibirnos sin pasiones, modestamente.
Extranjeros por gracia o por fuerza, silentes....seguimos conjurando fantasmas.

Tace, quiesce, fuge

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