viernes, 3 de julio de 2009

En defensa propia

Marianne Moore, en Críticos y conocedores:

"Sucede que estando/ cerca de un hormiguero, he visto/ una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur,/ al este, al oeste, hasta que giró sobre sí misma, caminar desde el lecho de flores/ hacia el césped,/ y volver al punto/ desde el que había partido. Luego abandonó el tallo/ como algo inútil y esforzando sus mandíbulas/ con un pedazo de cal – diminuto/ pero pesado, comenzó de nuevo el mismo camino./ ¿Qué hay/ en ser capaz/ de decir que uno ha dominado la corriente/ en una actitud de defensa propia;/ en probar que uno ha tenido la experiencia/ de cargar un tallo?"

Versión al español de Douglas Palma.

La experiencia de cargar el tallo, también de abandonarlo como inútil y recomenzar.
¿Será que la defensa propia es aquí la más activa de las actitudes, cuando podemos timonear lo que nos toca, saberlo nada, después que hemos luchado con su peso?.
O gravitas, O pondus!
¿Es que hay que andar, al norte, al sur, al este, al oeste, para que alguna vez, aceptando enteramente el quizás, y en legítima defensa, podamos saber del dejar y del tomar: la experiencia de cargar el tallo, y la otra, siempre cerca-lejos, de soltarlo y esforzarnos por el pedazo de cal diminuto y gravoso?.

No hay comentarios: